domingo, 26 de agosto de 2007

lO mOrTaL y Lo InMoRtAl

La belleza de la rosa no es “ser nada”; aunque sea efímera y temporal, es auténtica y tiene valor. Sin embargo, los seres humanos, aunque mueran, no son puro teatro en vida, no sólo actúan en el escenario real y dramático del enfrentamiento entre la vida y la muerte, ellos son para siempre, son de verdad.

El ser humano mientras participe de la vitalidad que le otorga el alma, siente, porque el cuerpo mantiene su animación, se desarrolla en función a una cronología de tiempo, crece y vive. Y la vida no es más que el camino hacia la muerte. Por eso, la vida no existe por sí misma, sino en aquel caminante que hace camino al andar. Lo vivido es para siempre. La muerte podría pensarse, caótica, quizá. Estruendosa, y temible, aun lejana, como un viento frío de una noche oscura sin fin.

Quizá lo divino, lo terrible no sea morir, ni ignorar la muerte. Lo divino, lo incomprensible, es saberse inmortal.

El enigma de la muerte: entre lo mortal y lo inmortal

Autora: Alicia Barco Andrade

adj: Que ha de morir. Que ocasiona la muerte corporal o espiritual. Aplicase también a desear a uno la muerte
característica propia del ser humano, es definido por su mortalidad

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